derecho a la privacidad

El derecho a la privacidad no implica tener privacidad

El siguiente cortometraje fue realizado por Delacrew, en el año 2007, de nombre REMOVE, con apenas 3.10 minutos de duración, este vídeo nos alerta sobre la ausencia absoluta del derecho a la privacidad en la actualidad, donde son pocas las personas que no tienen uno o más celulares, cuentas de correo electrónico y dinero en cuentas bancarias, las cuales manejan a través de medios electrónico (transferencias internet, celulares, compras o pagos de servicios online, etc… ) dejando muy relegado el manejo del dinero tangible con el cual realmente contamos.

El derecho a la privacidad no implica tener privacidad

 

Todos tenemos la falsa sensación de estar protegidos y seguros por tener un usuario y contraseña para cada uno de los servicios informáticos que usamos, creyendo erróneamente que así nuestra información es única y exclusivamente nuestra. Pues no es así. Nuestra información en estos servicios ( redes sociales, correo electrónico, comercio en linea, foros, bancos, entes e instituciones de gobiernos, telefónicas, cadenas comerciales, etc… ) son almacenados en sus bases de datos (suyas, de ellos, <- etc… ) pasando así a ser información y datos de gran valor para cada uno de los servicios donde esta nuestra información.

Si recuerdan la conocida y muy acertada frase «La información es poder» entonces le encontramos mas sentido a todo este rollo del que estamos hablando. Y es que las empresas detrás de estos servicios no solo usan los datos y información que generemos para mejorar nuestra «experiencia como usuarios» (recordarnos aquel amigo de la infancia, sugerirnos alguien con los mismos intereses, mostrarnos los enlaces mas acordes para el tema que estamos investigando, etc…) es de gran importancia y vital para ellos identificar tendencias, comportamientos,  patrones de consumo, etc… lo que se conoce como Minería de Datos o Data Mining de donde perciben importantes ingresos monetarios gracias a la publicidad y mercadeo.

El derecho a la privacidad

Pero nuestra privacidad y por lo tanto nuestra seguridad no solo se ve afectada por esos servicios a los que nosotros decidimos acceder y en los cuales pudimos sencillamente nunca habernos registrado si es que nuestra privacidad realmente representa un punto de honor para nosotros.

En la actualidad todas las entidades gubernamentales nos solicitan de manera «OBLIGATORIA»  nuestros datos personales, para los registros y deberes que por ley tenemos que hacer y con los cual debemos de contar en todo momento, en el caso del sector gobierno en mayor o menor medida serian:

  • Solicitar números de identificación ( cédula, dni etc… ).
  • Pago de impuestos.
  • Seguro Social.
  • Salud Publica.
  • Registros, notarias, visados, etc…
  • Entre muchos otros…

Ahora bien en el sector privado con la misma «OBLIGATORIEDAD»,  debemos entregar y suministrar todos los datos que nos pidan para poder acceder a los productos y servicios que ofrecen. No es tan fácil como decidir no compro este producto por que me pide mis datos compro el otro que no me los piden no, todos nos piden nuestros datos, los cuales como a estas alturas ya podemos inferir, ¡si! también irán a sus bases de datos, y la gran mayoría de estos productos o servicios en el mundo de hoy ( unos cuantos años después de realizado el cortometraje mostrado anteriormente) son endemoniadamente «OBLIGATORIOS»:

  • Se macero la necesidad de adquirir celular y darle uso excesivo, y con esto las telefónicas tienen toda la información de nuestra vida, planes, amigos, actividades, y con esto como es de suponer un gran poder económico y político.
  • El dinero hoy solo es una cifra que se descuenta en un registro de base de datos y se suma en otro registro seguramente en la misma base de datos (si el destino es el mismo banco) pero asociado a otro cliente
  • En muchos países los servicios básicos como el agua, la luz o gas operan en una suerte de privado o mixto. Los datos personales de todos están ahí como es de esperar, junto a la exactitud de nuestros consumos.

Entendiendo un poco lo que hemos hablado hasta ahora, podemos inferir que todos estos datos y información almacenada, suponen un gran e importante valor para el dueño ( o agrupación de ellos) de esa información. Pero más valor aun y mayor deseo de poseer esa información surgirá para los competidores, detractores, opositores, antagonistas todos en general y en menor medida pero igual codicia factores emergentes y curiosos en general en el ámbito que competa el universo de esos datos. Sabiendo esto ya no es de extrañar las noticias y escándalos cada vez más comunes referentes al «Tráfico de Datos» o de Información revelada en casos recientes sobre redes de crimen organizado dedicadas a esta faena, robo de bancos de datos de empresas de distintos sectores, fugas de información masivas, exigencia de gobiernos de revelar datos y accesos a las empresas, solo por referencia y sin orden de importancia, relevancia o tema estos son algunos recientes:

La privacidad en la red, constante y paulatinamente ha ido disminuyendo y desapareciendo a la par que las redes sociales y otros elementos de la web 2.0 han surgido y popularizado. Hoy las personas expresan sus gustos, intereses, ideologías o ausencias de las mismas, de manera arbitral, espontanea y compulsiva, esparciendo así sus datos a lo largo de toda la internet, junto a ellos su intimidad y la ajena (nadie pide permiso ni notifica antes de publicar en sitio alguno una foto, pensamiento, planes o actividades de un tercero). No solo estamos engordando monopolios emergentes de forma muy proactiva y enérgica, si no que estamos disfrutando de hacerlo, siendo considerada la alta interacción con redes sociales un vicio y como tal, simplemente tenemos que seguir consumiendo y consumiendo estos nuevos productos intangibles, de alcance efímero pero con alta concurrencia.

Somos el sustento de ellos :/

Es muy ingenuo pensar que en el gran ecosistema qué representa internet, nosotros podríamos pasar de incógnitos o desapercibidos ante él exagerado número de personas con los que compartimos o cohabitamos la red de redes, transpolando esté escenario a la vida real sería como si hicieras una fiesta en tu apartamento y tuvieras la esperanza que tus vecinos no se enteraran, si la fiesta es más bien una reunión tranquila con pocos invitados, bajó volumen de música y sin mucha algarabía tal vez pueda pasar un poco desapercibida o por debajo de la mesa, pero si tu fiesta es más bien con todas las de la ley, como es realmente buena una fiesta, pues no hay forma que tus vecinos no se enteren y quizás apliquen alguna acción al respectó, con tu consentimiento o sin el, notificándotelo o no. Lo mismo ocurre con tu privacidad y la ajena en internet. Ahora piensa por un segundo: «y si la fiesta no fuera tuya y más bien tu eres él vecino…»

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